¡BASTA SEÑOR PRESIDENTE!

«Nadie te recordará por tus pensamientos secretos»:

Gabriel García Márquez

El día de hoy quiero robar unos minutos del  tiempo de ustedes  mis lectores, para externar mi enorme preocupación, indignación y tristeza por el abierto abuso de la embestidura presidencial que hace Andrés Manuel López Obrador  en sus conferencias matutinas.

Considero que como persona tiene derecho a ejercer libremente su libertad de expresión y pensamiento, pero como jefe de estado tiene gran la responsabilidad de salvaguardar la paz, la seguridad y el orden público y con ello va implícito el respeto a la libertad de expresión e información que tenemos los periodistas y los mexicanos en general.

Es lamentable, que un espacio público que debe ser destinado para informar sobre las acciones de su gobierno, sea utilizado de manera abusiva para dividir a los mexicanos, realizar apología de la violencia, estigmatizar y descalificar a periodistas y personas que no coincidan con su forma de pensar.

La libertad de expresión, es un derecho humano irrenunciable que nos pertenece a todos, lamentablemente en este tiempo, ejercer ese derecho no solo ha costado la vida de muchos periodistas, sino que también ha costado ser perseguidos, estigmatizados y acosado por el poder que administrar un gobierno, que contrario a su responsabilidad de cuidar, proteger y ser el garante del respeto a nuestras libertades, se ha convertido en el primer detractor del periodismo, olvida el presidente que la tarea del periodista es informar y la de él gobernar.

El periodista tiene la obligación de investigar y señalar cuando las cosas no se hacen bien, somos la memoria colectiva de la sociedad, aquel periodista que pierda la capacidad de indignarse ante los abusos de poder, deja de ser periodista y se convierte en cómplice de la impunidad.

Como nunca antes un presidente ha utilizado abiertamente las instituciones del estado mexicano para agredir y callar las voces críticas su gobierno, los periodistas se han convertido en el enemigo público número uno del gobierno, a diario López Obrador muestra un absoluto desprecio por todos aquellos que ejerciendo su labor informativa se atreven a criticar su gobierno, mientras justifica a otros que lo alaban sin razón, llamar fifis a todo aquel que no coincide con su forma de hacer gobierno es una manera de estigmatizar.

El día de hoy al escuchar su conferencia matutina, fue inevitable traer a mi mente un sentimiento de indignación e impotencia, al ver como deliberadamente el presidente utiliza un espacio público que nos pertenece a todos los mexicanos, para desahogar sus conflictos personales con sus críticos.

Es indignante que habiendo problemas verdaderamente graves que debieran ser  atendidos por López Obrador, como  lo son la exponencial violencia que se vive en el país,  el severo desbasto de medicamentos que tiene al borde de la muerte a miles de personas, la terrible desatención a niños con Cáncer y otros graves problemas que vive el país, mientras el mandatario utilice un  espacio público para cobrar afrentas personales a periodistas. 

Más lamentable aún, es que una mujer como Ana Elizabeth García que dice ejercer el periodismo, se preste como mercenaria de un sistema y muestre su desprecio por la ética, no solo como periodista, sino como mujer, al aceptar el papel de detractor en un circo cpúblico llamado «conferencia mañanera», el servilismo de Elizabeth y su falta experiencia es notoria, su pobre presentación se ciñó a descalificar sin argumentos el trabajo de periodista como Joaquín López Dóriga, Raymundo Riva Palacios. Carlos Loret de Mola, Salvador García Soto, Peniley Ramírez y otros, con los cuales quizá en ocasiones no coincido, pero respeto por su trayectoria y trabajo de años en el periodismo, esos mismos años que le faltan a Elizabeth para entender que los gobiernos son pasajeros y el que verdadero periodista lo será hasta el día de su muerte.

Sí el gobierno considera que la información difundida por estos periodistas es falsa, con toda la libertad y el derecho que la Constitución nos otorga a todos los mexicanos, pueden exigir su derecho de réplica, no es con la diatriba y la descalificación como se ejerce un gobierno.

Los mexicanos merecemos respeto, elegimos un presidente, no elegimos Dios al que se deba venerar, como ciudadana le pido Señor Presidente que ejerza con responsabilidad su mandato, lo que significa que atienda los problemas que enfrenta el país con responsabilidad.

Señor presidente, basta de agredir a periodistas, a la clase media y a quiénes no pensamos como usted, en la diversidad de opiniones se encuentran los consensos que le pueden ayudar hacer un mejor gobierno, permita que todos hagamos el trabajo que nos corresponde para que este país avance, usted tiene sus ideas y exige que se respeten, también a usted le corresponde respetar a quiénes no pensamos como usted.

Sé que quizá escribir estas líneas me traigan graves consecuencias, pero cuando un periodista deja de indignarse antes los abusos del poder, deja de ser periodista y yo en lo personal he luchado mucho por defender mi libertad de expresión y no pienso renunciar a ella.

Puede que a veces no coincidamos en criterios como periodistas, pero como dijo Voltaire “Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.

 
 

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