🚨 DENUNCIAN RED DE ESTAFADORES Y SECUESTROS EXPRÉS EN MEDIACIONES DE LA 14ª ZONA MILITAR
🔹️Víctimas señalan que los delincuentes se hacen pasar por militares y actúan con total impunidad; incluso se habla de secuestros en la zona
Por: María Martínez
Aguascalientes, septiembre de 2025
Graves acusaciones salieron a la luz este martes luego de que el periodista Carlos Gutiérrez, a través de su columna Epicentro en Noticen, revelara la presunta operación de un grupo de delincuentes que cometen robos, extorsiones y hasta secuestros exprés en las inmediaciones de la 14ª Zona Militar.
De acuerdo con testimonios recabados, los presuntos estafadores atraen a sus víctimas fingiendo interés en la compra de artículos de alto valor, como automóviles o teléfonos de gama alta. El modus operandi consiste en citar a los vendedores a las afueras de la zona militar, donde los delincuentes se hacen pasar por integrantes del Ejército.
La farsa resulta tan convincente que, según denunciantes, los individuos logran entrar y salir de las instalaciones militares sin mayor problema, lo que provoca temor y desconcierto entre las víctimas, quienes terminan cediendo sus pertenencias sin recibir pago alguno.
Uno de los afectados narró que, al acudir a un puesto de control para verificar la situación, los propios militares confirmaron que los enganchadores no pertenecen a la institución castrense. Sin embargo, la respuesta de un efectivo generó aún más indignación: al preguntarle sobre el libre acceso de estas personas a las instalaciones, contestó entre risas: “Y eso no es nada, aquí afuera incluso ha habido secuestros”, minimizando así la gravedad de los hechos.
Este testimonio habría ocurrido apenas el viernes pasado. Ante la revelación, surge la interrogante: ¿están al tanto los altos mandos de lo que sucede en los alrededores de la zona militar? Porque en materia de seguridad, advierte el periodista, la omisión también constituye una forma de responsabilidad.
Lo cierto es que estas denuncias exigen una investigación inmediata por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional y de las autoridades federales, pues no solo se trata de fraudes, sino de delitos graves cometidos a la sombra de instalaciones militares. La sociedad merece una respuesta clara: ¿quién protege a los ciudadanos cuando el crimen se disfraza de autoridad y opera con aparente complicidad o indiferencia desde las propias puertas del Ejército?
